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Nutrición │ El entrenamiento en ayunas
La principal energía de nuestro organismo es la glucosa que tenemos en la sangre. Esta glucosa se obtiene a través de los alimentos, que es la energía más rápida de la que disponemos a la hora de hacer deporte.
Al entrenar en ayunas nuestro cuerpo no tiene unos buenos niveles de glucosa, ya que durante la noche hemos pasado unas cuantas horas sin probar alimento y a pesar de estar dormidos el cuerpo sigue consumiendo energía para funcionar. Esto hace que los niveles sean bajos en la mayoría de los casos.
Otra fuente de energía que tiene el cuerpo es la grasa acumulada en el mismo. Esta energía se obtiene a través de una sustancia que segrega el páncreas que se llama glucagón y es la encargada de convertir la grasa en combustible. Este proceso es mucho más lento y costoso para el organismo que obtener la energía directamente de la quema de glucosa. Cuando no tenemos las reservas corporales repletas esto es lo que sucede en nuestro organismo, por lo que la obtención instantánea de energía no se produce y el rendimiento es inferior que si hubiésemos cargado las pilas a través de la alimentación.
Por este motivo entrenar en ayunas no es lo más recomendable si vamos a realizar una actividad deportiva intensa, ya que el rendimiento corporal no será el adecuado. Al no recibir la energía requerida lo que haremos será flaquear y estar sin fuerza.
En cambio, si hacemos un ejercicio suave en el que el requerimiento de energía no es tan alto podemos hacerlo en ayunas, ya que dejaremos el tiempo necesario para que el cuerpo obtenga energía a partir de la grasa y así acabar con ella poco a poco.
Es importante que tengamos esto en cuenta y sepamos cuál es la mejor alternativa a la hora de hacer deporte. Tenemos que saber que la alimentación es esencial en cualquier deportista para obtener buenos resultados.
Fuente: Vitónica
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