“Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro, decidí triunfar... [y] aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente”.

Me mató, la reflexión entera del genial Walt Disney es maravillosa pero ese par de fragmentos en particular me llegaron a lo más profundo del alma. 

Comparto con ustedes la reflexión entera, sin título por cierto, a continuación: