¿Estás pasando por momentos difíciles?

Sí, es duro cambiar tu vida. Es duro recoger las piezas y comenzar todo de nuevo. Es duro reorganizar tu mente después de pasar por una experiencia que sacude toda tu vida: cuidar de un familiar que quedó incapacitado, escuchar un diagnóstico médico negativo, comenzar de nuevo tras una pérdida o estar sólo en un nuevo lugar. Pero puedes hacerlo. Puedes capear el temporal. Vas a superar esto. 

Dite todos los días y varias veces al día: “No importa qué tan difícil se ponga... ¡voy a lograrlo!” 

Ponte de pie, mírate a los ojos y dite: “¡puedo hacerlo!”

Haz ejercicio, ora, busca estar sólo, dale cabida a los periodos de tristeza... pero ten la certeza de que saldrás adelante. 

Conserva tu fe, continúa trabajando y espera. Puede que no seas capaz de cambiar tus circunstancias o tu situación, pero sí puedes cambiarte a ti mismo. 

Resiste. 

¡Puedes hacerlo! 

¡Tienes GRANDEZA dentro de ti!

Autor: Les Brown
Traducido por: Daltry D. Gárate

En estos días donde infinidad de programas televisivos y noticias nos llevan a tener muy presente la necesidad de tener pareja, muchos de nosotros inconscientemente nos dejamos influir por la ola social de moda. Pero también es bien sabida la bonita necesidad del ser humano de poder disfrutar una buena relación de pareja al menos una vez en nuestras vidas. 

Cuando nos invaden esas mágicas ganas de comenzar una bonita historia de amor pocos somos los que nos planteamos algunas preguntas antes de dar los primeros pasos. Es bastante lógico, sano e inteligente hacer estas preguntas utilizando como referencia y guía las experiencias en el pasado ya vividas. 

Con ello, evitaremos cometer los mismos errores y motivaremos nuevos resultados, los cuales podrán ser mucho más positivos, de una mayor calidad y calidez afectiva.

¿Cuáles con las cinco preguntas que debes hacerte antes de empezar una nueva relación de pareja?

No puedo pedirte que te enamores de un extraño, eso es absurdo, pero quiero pedirte que, al momento de entregar tu corazón, lo hagas a sabiendas de que quien está a tu lado es un hombre que sabrá amarte y apreciarte por la mujer que eres. 

Quiero pedirte que te enamores de un hombre de verdad, uno que te persiga con la mirada como un león hambriento y que se pierda en el brillo de tus ojos, aún en la oscuridad.

Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. 

Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos. Por eso, no deberíamos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.