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Neurociencia │ ¿Es posible ser adicto a la música?

¿Alguna vez han sentido ese cosquilleo en la espalda de tanto gusto que les causó el escuchar una de sus canciones favoritas?

El siguiente artículo nos explica qué pasa en nuestros cerebros a nivel químico y si es posible ser adictos a la música.


Las personas que sostienen que son “adictas” a la música no están mintiendo, según unos investigadores que han realizado un nuevo estudio. De hecho, los investigadores han descubierto unos mecanismos bioquímicos que se encuentran en el trasfondo de la adicción a la música.

Cuando a las personas les encanta una canción, empiezan a sentir unos “escalofríos” y sensaciones agradables que podrían reflejarse en mucha más energía y una sensación de bienestar. Aquellos que ponen sus canciones en modo de repetición quieren revivir aquellas sensaciones continuamente.

Pero, además de los escalofríos ya conocidos, escuchar la música que nos gusta también provoca la liberación de dopamina, un neurotransmisor que juega un papel importante para comprender las reacciones placenteras causadas por los alimentos, las drogas o incluso por el sexo.

En una investigación reciente, los neurólogos Robert Zatorre y Valorie Salimpoor de la Universidad McGill detallaron las vías mediante las cuales actúa la dopamina sobre el cerebro. Los detalles del nuevo trabajo fueron publicados recientemente en el último número de la revista Nature Neuroscience.

Estos científicos monitorearon la liberación de dopamina en los sujetos puestos a prueba y también su frecuencia cardíaca, temperatura corporal y otros efectos parecidos. Los participantes tuvieron que escuchar sus canciones favoritas mientras que sus cerebros eran observados usando una técnica con resonancia magnética conocida como PET (tomografía por emisión de positrones).

“La dopamina es importante porque nos hace querer repetir diferentes comportamientos. Es la razón de la existencia de las adicciones, ya sean negativas o positivas”, explica Salimpoor.

“En este caso, los picos eufóricos de la música están reforzados de forma neuroquímica por nuestro cerebro para volver a ella. Funciona de la misma forma que la cocaína”, añadió.

“Esta es la primera vez que hemos encontrado liberación de dopamina frente a un estímulo estético. Los estímulos estéticos tienen una naturaleza cognitiva. No es la música la que nos provoca la “fiebre”, sino la forma en la que la interpretamos”, concluyó Salimpoor.

Con información de: Softpedia

*El artículo original en inglés puedes leerlo aquí.



1 Comments


Desde luego que si,en mi caso particular me ayuda a liberar estres.

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